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domingo, 8 de agosto de 2010

Concejos Financieros Por Edades


No es la falta de dinero,
es la falta de conocimiento.
De los 20 a 30 años: Tiempo de preparación

Por lo general es cuando termina la escuela y arranca la vida laboral. Es el momento de establecer metas a corto, mediano y largo plazo. También es una época muy intensa en términos de producción de ingresos y es fácil caer en tentaciones. Aprovecha los hábitos de ahorro que desarrollaste de estudiante para echar buenas raíces financieras:
Establece metas: un fondo de emergencia, para vacaciones o planes de recreo, para vivienda. Inicia cuanto antes una cuenta de retiro, ya sea un 10% de sus ingresos.

1.       Infórmate sobre las inversiones bursátiles y experimenta con algunos fondos mutuos para tus cuentas de retiro. Aprenderás como fuñona el sistema y a conocer tus limites de riesgo. Además, con el tiempo a tu favor, las inversiones pueden ser mucho más eficientes.
2.       Obtén los seguros básicos como seguro de salud y de vida. Son más económicos cuando se es joven. Si no tienes dinero para reponer tu auto o tus pertenencias, más que nunca necesitas obtener un seguro para ambos. Obtén un seguro de discapacidad laboral.
De los 30 a  los 40 años: Tiempo de producción
Esta década es muy productiva y suele incluir la llegada de los hijos. Si no lo has hecho ya, es el momento de pensar en el seguro de vida y como cuidar de tu familia en tu ausencia. También es conveniente comprar una vivienda. Mientras estés alquilando aprovecha que no tienes ciertos gastos para  robustecer los ahorros para el pago inicial de la casa. El crédito toma un papel protagonista en esta década. Úsalo como una herramienta y evita endeudarte más allá de tus posibilidades.
Algo esencial para quienes se casa: cada cónyuge necesita tener l menos una cuenta de crédito individual, y ambos deben contar con un buen historial crediticio.
De los 40 a los 50 años: tiempo de evaluación
¿Dónde quedaron las metas trazadas en los 20 o los 30? ¿Hay que cambiar el rumbo? ¿Qué tan lejos o cerca estas de cumplirlas? Es esencial tomar el pulso de las finanzas constantemente la declaración de impuestos anual no nos deja otra opción, y en este momento más porque es cuando todavía se pueden ajustar las inversiones para el retiro, la casa o los estudios de los hijos.
De los 50 a los 60 años: tiempo de recolección
Es momento de hacer inventario de los recursos disponibles y acumulados. ¿Tiene varias cuentas de las empresas donde trabajaste? Únelas en una cuenta Rollover IRA y aprovecha que ahora puedes aportar más cada año, sumando la cantidad de “catch up” (suele ser uno $1.000 más que el máximo anual permitido a menores de 50 años). Si tienes varias líneas de crédito, considera si te conviene consolidarlas. ¿Los chicos ya no están en casa? ¿Qué tal mudarte para una casa más pequeña y disponer de dinero para liquidar cuentas o deudas? Si te preocupa que tus recursos de jubilación no alcancen, pregunta por una anualidad, que tradicionalmente puede darte una pensión vitalicia. Tampoco tengas pena de preguntas si hay descuentos para mayores de 50 años. Los seguros de auto suelen dar rebajas, en el banco pueden darte beneficios gratis en las cuentas, o descuentos en las entradas al cine.
De los 60 en adelante: Tiempo de recreación

No todos queremos jubilarnos a los 60. Hay a quienes les gustaría hacerlo antes, mientras otros desean trabajar hasta el final de sus días. Cualquiera que sea tu caso, piensa que te gustaría hacer y trabaja en esas metas. Averigua cuento mas obtendrías si retrasas los beneficios del seguro social. Haz una lista de todos los recursos financieros para que definas cuales usar primero y cuales seguir acumulando.